La casa matriz en Londres de Charles Taylor, proveedor global de soluciones tecnológicas para el mercado asegurador, ha estado trabajando intensamente en identificar formas efectivas para que las aseguradoras enfrenten sus desafíos actuales. Su último informe, “De los sistemas legados al liderazgo digital: el recorrido digital de las aseguradoras del Reino Unido”, resume los hallazgos más relevantes sobre el proceso de modernización digital en el sector asegurador británico, mostrando cómo un servicio más inteligente, apoyado por IA, puede generar un impacto positivo medible: reducción de costos del 30% y mejora de la satisfacción del cliente del 20%.
El estudio, basado en encuestas a 103 altos ejecutivos de importantes aseguradoras, expone una realidad compartida: más del 80% de las aseguradoras aún depende de tecnología legada, lo que limita la innovación, aumenta los costos y retrasa la salida al mercado de nuevos productos. Sin embargo, la mayoría reconoce la necesidad urgente de modernizarse.
Modernización, no reemplazo: una vía estratégica
Ante la complejidad y el alto costo que implica reemplazar sistemas core, la propuesta de valor de Charles Taylor se enfoca en una modernización progresiva, basada en capas tecnológicas, microservicios, inteligencia artificial y analítica avanzada. Este enfoque permite conservar lo útil de la infraestructura actual e incorporar soluciones digitales que mejoran la personalización, la eficiencia operativa y la experiencia del cliente.
Entre las áreas clave de trabajo destacan:
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Analítica de datos para extraer insights de valor.
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Actualización de sistemas legados sin interrupciones drásticas.
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Automatización de procesos para reducir tiempos y errores.
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Modernización de la experiencia digital.
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Gestión documental fluida y colaborativa.
La brecha entre intención y acción
Si bien 9 de cada 10 ejecutivos declaran que la modernización digital es una prioridad, el informe señala una fuerte desconexión entre el entusiasmo y la ejecución. La mitad de las compañías aún está en fase de evaluación o considera implementar cambios, pero sin pasar a la acción.
Entre los principales obstáculos identificados figuran:
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El costo de actualización (31%).
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La falta de experiencia interna y el temor a interrupciones (28%).
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La complejidad de integrar IA (26%).
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La dificultad para encontrar el proveedor insurtech adecuado (24%).
A esto se suma una percepción ambigua del liderazgo: aunque el 94% de los encuestados afirma contar con el respaldo de la alta dirección, muchos describen esa mentalidad como conservadora, orientada al control de costos, con escasa inclinación hacia la innovación real.
El impacto real de la tecnología legada
La investigación evidencia que los sistemas heredados no solo representan una carga presupuestaria, sino que afectan áreas estratégicas:
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Integración con nuevos sistemas y socios.
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Experiencia del cliente.
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Escalabilidad.
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Soporte a canales digitales.
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Capacidad de innovación.
Más de la mitad de las empresas encuestadas (53%) sufre tres o más impactos negativos por seguir operando con tecnología obsoleta.
¿Qué buscan las aseguradoras del futuro?
Pese a las trabas, el informe detecta un fuerte interés por soluciones integradas, automatizadas, escalables y basadas en IA. Algunas de las iniciativas que están tomando impulso incluyen:
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Agentes virtuales y de voz con IA.
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Automatización de siniestros.
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Experiencias omnicanal.
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Integración de APIs.
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Migración a la nube.
Entre las demandas a las insurtech, los ejecutivos resaltan la necesidad de implementaciones rápidas, soluciones personalizadas, modularidad, conocimiento del sector y soporte continuo.
Conclusión: un cambio cultural es indispensable
Más allá de la tecnología, el informe concluye que la modernización digital exige un cambio cultural transversal, con liderazgo ágil, trabajo colaborativo, capacitación y una mentalidad abierta al aprendizaje continuo.
“El mayor cambio que necesitamos es que todos, de arriba a abajo, adopten la nueva tecnología como una oportunidad, no como una amenaza”, indica uno de los testimonios del estudio.
Charles Taylor propone una hoja de ruta concreta que conecta el pasado con el futuro, integrando capacidades digitales sin descartar lo existente. Su mensaje es claro: modernizar ya no es opcional, es una cuestión de supervivencia y competitividad para las aseguradoras.
