El estrés laboral crónico o burnout, es una enfermedad silenciosa que poco a poco va colapsando las capacidades psicológicas y físicas de las personas. Un resabio que potenció la Pandemia y que pone a nuestro país en el podio de los más afectados a nivel global.
Según la OMS, “el síndrome de burnout se conceptualiza como resultado de un estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha gestionado con éxito”. Una enfermedad estrictamente vinculada al ámbito laboral en la que se destacan 3 dimensiones:
- Sentimientos de agotamiento o falta de energía.
- Mayor distancia mental con respecto al trabajo, o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el trabajo.
- Eficacia profesional reducida.
Ante esta epidemia, las empresas argentinas recurren a herramientas que promuevan un mejor desempeño, con estrategias que equilibren la vida personal y laboral fomentando el bienestar en todas sus dimensiones. “Desde el inicio de la pandemia y el trabajo remoto, detectamos cómo la línea entre la vida personal y laboral se diluyó al convertir nuestras casas en oficinas que ocupamos 24/7”, explica María Florencia Paz, especialista en RRHH, gestión del talento y desarrollo organizacional de Flux IT.
Asimismo, la particularidad del contexto argentino afecta la salud física y psíquica, “las personas enfrentan preocupaciones e incertidumbre constante, que impacta sus roles laborales, personales y sociales. En los últimos tiempos, notamos un aumento en la irritabilidad, preocupación y estrés, reflejado en la creciente necesidad de apoyo emocional y psicológico, tanto dentro del ámbito laboral como por fuera”, agrega la especialista.
Para combatir sus consecuencias, Paz considera imprescindible trabajar en “una cultura organizacional fuerte, que mantenga la unión entre los colaboradores para compartir algo más que el trabajo y la rutina, priorizando instancias valiosas de contacto personal con experiencias que fomentan encuentros desestructurados y refuerzan el sentido de pertenencia más allá de las actividades laborales”.
Se trata de estrategias que buscan fortalecer los lazos entre colaboradores, sobre todo dentro de un espacio no laboral y por fuera de lo cotidiano, que surgen “a partir de una escucha activa sobre las preocupaciones y necesidades. Y, si bien como toda organización tenemos nuestras políticas y lineamientos, somos conscientes que trabajamos con personas con individualidades por eso nunca dejamos de lado las excepciones a nuestras reglas poniendo siempre el foco en las personas, en lo humano”.
Hoy en día los perfiles más jóvenes tienden a buscar cambios con mayor frecuencia, donde la industria IT -por sus características- debe enfrentar además la alta demanda de ciertos perfiles y ofertas de empleo internacionales. Para la especialista, los jóvenes “se aburren más rápido, buscan crecer y aprender constantemente, lo cual es genial si entendemos que con esas mismas ganas llegaron a nuestros puestos de trabajo. ¿Podemos interpretarlo como una problemática? Sí, lo es al momento de trabajar sobre engagement y rotación, pero también lo entendemos como parte del juego, más aún en esta industria (IT), y trabajamos con ese factor contemplado”. Por esto, los desafíos son mayores para las empresas que priorizan sus recursos humanos fundamentales a largo plazo.
Así, el rol de los líderes de equipos adquiere un significado particular, “fomentamos un liderazgo que aplique y refuerce la flexibilidad en cada equipo, promoviendo una cultura de bienestar que se traduce en mejores resultados y un ambiente de trabajo saludable e integrador”, remarca la referente de Flux IT.
Estrategias para evitar el burnout:
- Generar y sostener eventos y rituales que acerquen a las personas a la cultura organizacional.
- Promover el desarrollo de espacios de interacción, teambuilding y distensión. Esto incluye encuentros virtuales y presenciales, actividades comunitarias y la celebración de días particulares en la agenda laboral.
- Impulsar una mirada amplia e integradora que contenga al empleado y su grupo familiar.
- Incluir beneficios que generen un equilibrio entre la vida personal, el ocio y el trabajo.
La analista considera que estrategias vinculadas al desarrollo cultural constante y sostenido, con un fuerte foco en el clima laboral, la cultura y el respeto, son los pilares esenciales a trabajar de modo continuo para generar impacto real.
“Actualmente, estamos profundizando aspectos de la seguridad psicológica, buscando comprender cómo se sienten nuestros colaboradores. Queremos desarrollar indicadores específicos sobre seguridad psicológica, así como sobre clima, ánimo y salud, para diseñar planes de acción que impulsen el bienestar y el desarrollo integral de nuestra comunidad”, concluye.