Innovación

El ciberseguro en su laberinto: madurez, desafíos y oportunidades

El mercado de los ciberseguros atraviesa un momento decisivo en su evolución. Así lo refleja el último informe de S&P Global Ratings, presentado en el marco del webinar ‘The Changing Face of Cyber Insurance’, en el que analistas de la empresa y expertos del sector debatieron los cambios estructurales que está experimentando este segmento asegurador. Aunque se observan signos claros de maduración, el sector sigue enfrentando importantes desafíos relacionados con la modelización del riesgo, la penetración del seguro y las limitaciones para desarrollar mecanismos financieros alternativos como los valores vinculados a seguros cibernéticos.

 

Un mercado maduro, pero cambiante

Durante la última década, el ciberseguro ha pasado de ser un producto de nicho a una pieza clave dentro de la gestión de riesgos empresariales. El informe señala que tras varios años de fuerte crecimiento de la demanda y aumento de las primas, los precios están comenzando a estabilizarse en 2025, lo que se interpreta como un signo de madurez del mercado. La entrada de nuevos actores, la expansión de coberturas y la innovación en productos han consolidado la oferta.

Sin embargo, el sector sigue siendo pequeño en comparación con otros mercados aseguradores y se ve condicionado por la rápida evolución del riesgo. La naturaleza cambiante de las amenazas cibernéticas, desde ataques de ransomware hasta vulnerabilidades en la cadena de suministro, exige nuevas metodologías de cuantificación, control y transferencia del riesgo.

“Los riesgos a los que se enfrentan las empresas y cómo los perciben y gestionan los participantes del mercado están impulsando nuevas necesidades a las que los aseguradores y reaseguradores están intentando responder. La búsqueda de formas alternativas de capacidad nos lleva al mercado de capitales y a los valores vinculados a seguros cibernéticos”, explicó Ron Joas, analista de S&P Global Ratings.

 

Baja penetración y necesidad de una propuesta de valor

Uno de los puntos centrales del debate fue la baja penetración del ciberseguro, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas (pymes). En mercados como el Reino Unido, entre un 5% y un 10% de las pymes cuenta con este tipo de pólizas. Esta limitada implantación refleja tanto la falta de concienciación como la dificultad de transmitir el valor que realmente aporta este seguro.

De hecho, persiste una brecha significativa entre las pérdidas económicas derivadas de incidentes cibernéticos y las pérdidas aseguradas. Esta discrepancia sugiere que las aseguradoras aún no han logrado convencer plenamente al mercado de la utilidad del ciberseguro como herramienta de protección financiera.

Ante esta situación, los proveedores más avanzados están complementando las coberturas tradicionales con servicios de valor añadido, como inteligencia sobre amenazas, evaluaciones de riesgos en la cadena de suministro o recomendaciones prácticas para mejorar la ciberhigiene de sus clientesEstas herramientas no solo enriquecen la propuesta de valor, sino que también ayudan a mitigar riesgos, reduciendo la frecuencia e intensidad de los siniestros.

 

Modelización y tarificación de riesgos

Aunque el interés por nuevos productos cibernéticos sigue en aumento, la volatilidad del riesgo y su constante transformación dificultan tanto la innovación como la consolidación de soluciones. Esta realidad complica la modelización y tarificación de los riesgos, dos pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier línea aseguradora sostenible.

En este sentido, uno de los mayores desafíos para el mercado es la falta de datos históricos estructurados y estandarizados, lo que obstaculiza la construcción de modelos predictivos robustos. Además, los riesgos cibernéticos no responden a patrones predecibles como los de otros ramos (por ejemplo, los riesgos naturales) y pueden presentar correlaciones imprevistas o efectos en cascada que complican su análisis.

 

La explotación del potencial de los ciberseguros

Ante la complejidad creciente del riesgo y la necesidad de ampliar capacidades, algunas aseguradoras y reaseguradoras han comenzado a explorar el potencial de los cyber insurance-linked securities (ILS), también conocidos como bonos catástrofe cibernéticos. Estos instrumentos permiten transferir parte del riesgo asegurado a los mercados de capitales, siguiendo el modelo exitoso de los bonos catástrofe utilizados en el ámbito de los desastres naturales.

Sin embargo, el desarrollo de los cyber ILS se encuentra aún en una fase muy incipiente. Según el informe, hasta la fecha solo se han registrado cinco emisiones de este tipo. La principal limitación radica en el reducido tamaño del mercado cibernético, que alcanza apenas los mil millones de dólares en ILS, en comparación con los 52 mil millones del mercado de bonos catástrofe naturales.

A ello se suman otras barreras importantes: la falta de estandarización en los contratos, la escasa claridad sobre el riesgo subyacente y una limitada comprensión por parte de los inversores. Estos factores inhiben el crecimiento de esta herramienta en el corto plazo, a pesar de que muchos expertos coinciden en que el potencial es significativo.

 

Expectativas a futuro: consolidación y sofisticación

El informe de S&P Global Ratings concluye que, aunque el mercado de ciberseguros muestra signos claros de consolidación, aún quedan importantes retos por superar antes de que pueda alcanzar una escala comparable a otras líneas de negocio aseguradoras. El crecimiento futuro dependerá de múltiples factores:

  • La mejora en la modelización de riesgos cibernéticos, con más datos, mejores metodologías y colaboración sectorial.
  • La ampliación de coberturas más allá de las grandes corporaciones, con soluciones adaptadas a pymes y sectores menos maduros digitalmente.
  • La educación del mercado, tanto para asegurados como para inversores, en torno al valor del ciberseguro y las herramientas asociadas.
  • La creación de mecanismos financieros alternativos, como los cyber ILS, con estructuras estandarizadas y transparentes que generen confianza entre los inversores.

En síntesis, el ciberseguro se encuentra en un dilema estratégico, en el que la innovación, la gestión adecuada del riesgo y la colaboración entre aseguradoras, reaseguradoras, reguladores y capitales privados serán claves para impulsar su desarrollo sostenible.

Fuente: Füture INESE.