Las mutuales de seguros, reconocidas por su enfoque en el servicio a los socios y su propósito social, atraviesan un momento de profunda transformación. Ante un entorno con riesgos crecientes y expectativas cada vez mayores por parte de los clientes, estas organizaciones están en proceso de ampliar sus ofertas mediante mayor digitalización, personalización y prevención de pérdidas. La adopción de tecnologías como sensores IoT y plataformas digitales será clave para mantenerse competitivas sin perder el “toque personal” que las caracteriza.
Esta investigación de mercado de mutuales a nivel global, elaborada por EY en 2024, analiza las tendencias, desafíos y oportunidades que enfrenta el sector en un contexto de transformación digital, regulación y cambio en las expectativas de los clientes.
El mercado global de mutuales y cooperativas continúa mostrando una tendencia de crecimiento sostenido, con una participación significativa en la industria aseguradora. En 2022, las mutuales representaban el 26,3% del mercado de seguros a nivel mundial, con un volumen de primas superior a los US$ 661 mil millones) y seguros generales (US$ 748 mil millones). Esta tendencia de expansión fue acompañada por un aumento en las primas del 14% durante 2023, superando el crecimiento del sector asegurador en general y consolidando su rol como actores clave en la protección social y económica.
Un aspecto destacado en este escenario es el desafío del talento, ya que muchas mutuales enfrentan un envejecimiento de su fuerza laboral. Se observa que, aunque la industria ha logrado mantener tasas de retención elevadas, más empleados se jubilan que los que ingresan al sector, haciendo necesaria una estrategia efectiva para atraer y retener talento joven. La inversión en capacitación y la comunicación efectiva refuerzan la confianza y el compromiso, fortaleciendo la cultura organizacional en tiempos de cambio.
En línea con estas necesidades, la digitalización se revela como un pilar estratégico para renovar los sistemas core y las operaciones. La gestión basada en datos y el uso de plataformas digitales permiten ofrecer productos innovadores, como seguros basados en el uso y monitoreo en tiempo real. Sin embargo, la adopción de estas tecnologías debe equilibrarse con una atención personalizada, especialmente en segmentos tradicionales o rurales donde la adopción digital es menor. La clave será construir un caso de negocio que demuestre los beneficios para toda la organización, priorizando la experiencia del cliente y la eficiencia operativa.
Por otro lado, los clientes de hoy, cada vez más empoderados y conscientes de temas ambientales y sociales, exigen experiencias más responsables y transparentes. Un estudio reveló que el 79% de los consumidores consideran la sostenibilidad en sus decisiones de compra y un 25% elige marcas por su reputación en sostenibilidad. Las mutuales están llamadas a integrar estos valores en sus prácticas y productos, en línea con un mercado que valora el compromiso social y ético.
No obstante, el entorno regulatorio continúa siendo un reto significativo. El aumento en los estándares regulatorios en sectores como protección al consumidor y gobernanza de productos puede erosionar ventajas competitivas, especialmente para las mutuales más pequeñas. La creciente fiscalización busca equilibrar la protección de los asegurados y la ética en el mercado, pero también supone una carga adicional para las organizaciones que deben cumplir con requisitos cada vez más estrictos. La participación en asociaciones del sector y la adaptación a estos cambios será fundamental para asegurar su sustentabilidad. Las regulaciones, como la Directiva de Distribución de Seguros de EIOPA, buscan incrementar la protección del consumidor, aunque también presionan a las mutuales, en especial a las más pequeñas, que enfrentan dificultades para cumplir con estos requisitos en términos de recursos y capacidades técnicas.
Finalmente, el acceso al capital sigue siendo un tema relevante, dado que las mutuales enfrentan restricciones para emitir acciones tradicionales. La principal fuente de financiamiento continúa siendo las ganancias retenidas, además de instrumentos innovadores como los instrumentos de capital mutual (MCI), que permiten captar fondos sin diluir la propiedad ni afectar su modelo mutualista, ofreciendo una vía más ágil para potenciar su crecimiento. En definitiva, el futuro de las mutuales radicará en su capacidad para innovar, gestionar talento, adaptarse a la regulación y fortalecer su propuesta social, asegurando su relevancia en un mercado en rápida evolución.
En el siguiente enlace, el estudio completo.